Extraña
dimensión
en
la que decido despertar,
hogar
del inconciente
y
una flor paranormal,
a
mi alrededor :
¡
luz ! ,
campos
de estrellas y sombras
danzan
un suave susurro
que
estremece el alma.
Las
cortinas y el viento
junto
a todo el ruido metálico,
todo
ésto y nada
me
acompaña hoy,
en
este día efímero,
en
esta tarde que ya es noche,
en
este cielo que ya es aire,
y
el silencio es la penumbra
en
los cuadros de colores.
Todo
sigue su movimiento,
pues
hasta el pájaro más bello
obedece
el fluir del árbol,
hasta
una palabra dicha sin pensar
es
una daga fría en el universo,
universo
y vocablos sangrantes
sobre
la oscura ficción
que
me ofrece el escenario,
sobre
este despertar repentino
o
tal vez inducido,
tal
vez confabulado en mundos metálicos,
tal
vez pensando en los sueños
o
quizás imaginado por mí mismo.
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