sábado, 22 de septiembre de 2012

Los espejos


Los cuerpos se reflejaban en el sucio cristal,
las miradas se perdían entre los suspiros malditos
que estallan en los días de lluvia y tinieblas,
como si una voz desde lo profundo te invadiera
abres tus ojos como negras tumbas,
observas la habitación y sus espejos,
observas las manos sudorosas de un hombre
que nunca quiso volar lejos,
al menos no lo suficiente.

Las palabras que se tornan viejos libros
se desvanecen en el fluir de los átomos,
del humo,
de las manos y los espejos,
los ojos,
de los orgasmos y los espejos.

La sangre que hoy guardo en mis manos
puedo transformarla en un triste llanto,
te entrego las agonías de una corta vida,
te entrego un poco de amargura
hasta que el dolor te asfixie,
hasta que ya no puedas más
y abandones ese frágil cuerpo.

No es cierto que tus manos me protegen,
tampoco las palabras que entre suspiros se te escapan,
como almas moribundas de viajes subterráneos,
como ecos tenebrantes en los sueños,
sólo son los espejos,
las manos,
los orgasmos y los espejos.

De todas formas no te culpo por intentarlo,
¿ acaso hay alguien que no haya creído en fantasmas
y en los horrores de las habitaciones oscuras?,
he mirado la vida de todas las formas posibles,
he sonreído cuando no es necesario,
he llorado cuando el abismo se acerca imponente,
drástico,
tan lejano e irreal,
he abierto mis brazos y dejado que el viento
se lleve todas las lágrimas.

He caminado bajo la lluvia
para que así jamás descubran mi llanto.


lunes, 10 de septiembre de 2012

Tus ojos, mis ojos



Te esperé entre las nubes
por miles de vidas,
el silencio en mis manos
se desparrama entre hojas en blanco,
la sangre,
el jardín con flores muertas,
tus ojos,
tus tormentosos miedos.

El viento se lleva los pájaros
viajeros en su triste aventura,
me desplazo por las calles
como queriendo encontrarme,
como buscando el misterio nefasto
después de numerosas muertes,
pero sólo encuentro tus ojos,
mis ojos,
mis tormentosos miedos.

Viajero de tétricas melodías,
encuentra en tu alma vacía
la mecánica de un pálido sufrimiento,
vislumbra en la triste ilusión
el despertar de un largo sueño,
encuentra tus miedos,
tus ojos y los míos.



Puedo ser la sombra
en tu llanto cristalino,
seré tu mar de nubes grises
en los espacios de tu cuerpo,
esa mezcla de tus párpados,
ese odio acumulado
en tus frías lunas rotas.

Seré el canto impertinente
de las grietas de tu alma,
la materia oscura,
la espesa niebla de tus manos,
seré el verso abstracto,
seré la húmeda brisa
de tu voz peyorativa.

Seré una lágrima entre tus piernas,
criatura de doble rostro
que tu mente no logra vislumbrar,
ese afán de ser yo mismo,
ese olor a sangre de tu vientre.

Ese espejo de tus ojos
en los cuales busco mi reflejo.

Hombre antimateria


Toda mente es universal,
toda mente es parte de la materia,
toda la vida es evolución,
todo hombre es creación de si mismo,
todo ser es el pálpito universal,
¡ ah si tan sólo las palabras
explicaran lo esencial !

Hombre terrestre.
Caminas por senderos difusos
y tu entendimiento lo reduces
a estúpidas conjeturas,
la vida es cada vez
más compleja y densa,
la vida se hace un falso reflejo
en las pupilas del mundo.

Hombre planetario.
La evolución de la materia
no ha sido suficiente,
confinaste tu esencia
a la sombra de oscuras cárceles,
redujiste tu alma
al vaivén de la desesperanza,
dibujaste el amor desnudo
ante miles de miradas prejuiciosas.

Hombre astral.
La amargura reposa en tus cadenas,
el odio hacia ti mismo
es la pólvora de la autodestrucción,
el miedo hacia alguien como tú
justifica la agresiva autodefensa,
el temor al desprendimiento material
somete al mundo a un futuro
de sangre y flores rotas.


Hombre cósmico.
Metamorfosis hacia ti mismo,
la vida es la muerte,
la cárcel es la libertad,
la irrealidad se vuelve realidad,
la ilusión abandona el reflejo
en el espejo del observador,
el observador se abandona a si mismo.

Todo movimiento es mental,
la concepción de la humanidad
es una jaula con limitaciones,
el hombre avanza por caminos
con un bien limitado destino,
un trampa mortal para el ser,
el conocimiento de si mismo
conlleva un sin fin de paradigmas,
vida y muerte,
amor y odio,
un tétrico espejo es el que compara.

Toda mente es universal,
toda mente es materia,
el hombre reposa su alma descalza
sobre una húmeda bóveda ensangrentada,
el amor se encierra en su pecho
intentando manifestarse en palabras burdas,
el hombre mira a través de un cristal
que siempre emite un falso reflejo.


Paren todo,
déjenme vestir los múltiples rostros
pues ya no distingo quien soy,
dejen que las horas pasen junto a mi,
deja que la poesía robada
caiga junto a mi,
en la sangre,
en mi sangre.

Hace tiempo que no busco nada,
¿ qué me dicen ustedes?,
acaso alguien encuentra algo
en esta realidad de miles de imaginarias páginas,
¿ acaso alguien es capaz de escupirle a sus propios idales ?,
o incluso,
¿ hay alguien que pueda dudar de si mismo ?,
sentirse otra forma de materia,
correr con el viento hacia lo confuso,
lo distante,
lo lejano,
lo íntimo,
la nada.

Seguramente todo hombre nace con ojos,
manos y guitarras,
con lengua,
con manos y pies,
con falos retorcidos,
con vaginas que sangran hasta la última gota,
todo el dolor,
la miseria,
la ira,
todo hombre nace con ira,
y con manos y guitarras.

Entonces me pregunto,
¿ qué es el hombre?,
me niego a creer en las supersticiones
y en los dioses asexuales de los templos,
ni menos creo que ser el que se mira en el espejo,
a veces miro mis manos,
tan lejanas,
insípidas,
observo como envejecen los cristales,
pues la vida nunca será la misma,
sólo es un viejo cristal olvidado
que aveces brilla en la oscuridad,
en la sangre,
en mi sangre.

Metal y silencio



El vidrio me mostraba la luz
y el reflejo de sus pálidos rostros,
el metal y el silencio
era la angustia de una vida vacía,
una muerte insensata 
y de ilusorios colores,
sabores y aromas fértiles 
a través de la ventana se clavan
en el alma de un ente marchito.
 
Miro a través de mis ojos
queriendo estallar en los tuyos,
¿ cuál es la forma que toman mis miedos
cuando todo es metal y silencio ?
 
El pensamiento infinito
en las flores domésticas,
un verdadero jardín flotante es mi alma,
el despegar de mi mente
entre las frías calles y el viento,
me quedo sombrío,
atónito,
casi triste,
envuelvo mis recuerdos en los tuyos
y mi secreto oscuro estará contigo,
conmigo,
con el metal y el silencio.



Soy


Una imágen corpórea
en el ficticio espejo,
un ser escabullido
de palabras y cárceles,
una sombra que camina
por un bien limitado sendero,
tal vez,
soy innumerables máscaras
que en la penunbra te muestro.

Soy el abismo en tus ojos cerrados,
soy el silencio que surca el viento
intentando inundar tus oídos,
soy tus pupilas en esas
noches de psicotropismo,
soy la limitada percepción
de una mente planetaria,
soy ese objeto imaginario
que inunda tus sentidos,
soy el ser mimetizado,
soy la ilusión en la realidad,
soy la teatralidad
en esas noches de vuelo,
soy la imágen onhírica
de un sueño de lluvias y lágrimas.

Soy la vida,
soy la muerte,
soy la cárcel y la libertad,
soy el reflejo en un sombrío cristal,
soy el observador
que no se abandona a si mismo,
soy el hombre que no aprendió a volar.


Aritmética de la vida



Cada segundo es el momento
de lanzarse al abismo,
el incierto futuro es lo que espera
en el fondo de sus dominios,
un futuro que no existe
en las verdades universales,
secuencias paulatinas
como el fluir de un pentagrama
es lo que me impulsa hacia el abismo,
millones de ideas y conclusiones
prisioneras en un mundo subconciente.

Casi actuando por inercia
es el fluir de mi plástica alma,
mi ser es del más duro metal
que refleja los escenarios posibles,
universos mentales camuflados
en misterios atómicos,
posibles eventos mundanos
atormentan mi mente,
catástrofes emocionales tan vanas
y superficiales que generan un profundo quiebre,
la esencia ya no es de luna
y los astros no reflejan sus colores.

Miro hacia el sombrío abismo
y la ecuación es tan perfecta,
infinitas formas de equilibrio
en el objeto imaginario,
en esta realidad tan cristalizada
y de fantásticos sabores,
de una oscuridad fantasmal
y un suave licor de dioses,
cualquiera la forma de equilibrio
es un ilusorio escenario escogido,
un mecánico funcionamiento
en la penumbra del cosmos.

Esta es la arquitectura escogida,
es el mundo como un reflejo,
el pensamiento como formas atómicas,
la vida es a través de tus ojos,
las lágrimas son la sonrisa,
y la muerte, es sólo otra incógnita.