lunes, 15 de octubre de 2012

El hombre translúcido



Las miradas penetran
el cuerpo del hombre translúcido,
su esencia como una cascada
de fondo trasparente
es el paso a otras dimensiones,
universos alternos
tras aquél velo translúcido,
su corazón del más refinado
y bien logrado espejo,
su carne son diamantes
que reflejan los fantasmas del ser.

El hombre camina por las calles
y nadie logra ver su cuerpo,
personas que se miran
a través de los trasparentes sesos,
expresan su desgracias almacenada
en las cárceles mentales,
pues el hombre camina
sin poder reflejarse en el espejo,
su forma física la desconoce,
y su alma translúcida
a veces transluce los mundos.

El hombre tiene dudas de sí mismo
y de su real existencia,
se cuestiona la vida y la muerte
sin poder responderse,
¿ será que mi existir
es una fantasmagórica presencia ?,
tal vez la humanidad
no mira a través de la carne,
tal vez la vida en sí misma
son fantasmales formas.

El hombre estira sus brazos translúcidos
y recuerda el silencio en sus adentros,
los ruidos intestinales
hablan de una supuesta muerte futura,
siente su cuerpo y su respiración,
y sus grandes ojos translúcidos
a veces se miran.

Sus sueños son de una rústica forma
entre primaveras y sombras,
sus pensamientos describen
alucinantes formas,
su vida ha sido un extraño cristal
que no conoce el reflejo.

El hombre translúcido
ha perdido su imágen,
ha logrado el vacío interno
y ya no es parte del mundo,
camina casi sin vida
pidiendo a gritos su segunda muerte,
lastimera situación,
pues la muerte no espera al hombre translúcido. 

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