lunes, 24 de diciembre de 2012

LLuvia de tus poros


Vuelve tu esencia infinita

entre polvo y melodías marchitas,

vuelve la certeza de tu espíritu

a fundirse con mis manos,

entre pasto húmedo,

con un cielo de astros ingrávidos

ocultos en la cubierta de nubes,

las flores del jardín,

una penumbra abismante

se refleja en tus ojos,

mis ojos,

en las flores tristes del jardín.

 

Dolor de tu llanto

que la lluvia no tarda en anunciar,

el viejo centro de ilusiones

posee todas mis verdades,

todas mis lágrimas tras un cristal

son el reflejo de la nada,

todos mis sentidos son sometidos

a una cárcel de paredes grises,

oscura y sangrienta a veces,

fomentadora de sueños lúcidos

en los cuales suelo asesinarme.

 

Pero la lluvia no llegó,

ni para ti, ni para mi,

las lágrimas ocultas permanecen

con el silencio que puedo mostrarte,

la desesperanza habita en la memoria

de mis manos y las tuyas.

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