Toda
mente es universal,
toda
mente es parte de la materia,
toda
la vida es evolución,
todo
hombre es creación de si mismo,
todo
ser es el pálpito universal,
¡
ah si tan sólo las palabras
explicaran
lo esencial !
Hombre
terrestre.
Caminas
por senderos difusos
y
tu entendimiento lo reduces
a
estúpidas conjeturas,
la
vida es cada vez
más
compleja y densa,
la
vida se hace un falso reflejo
en
las pupilas del mundo.
Hombre
planetario.
La
evolución de la materia
no
ha sido suficiente,
confinaste
tu esencia
a
la sombra de oscuras cárceles,
redujiste
tu alma
al
vaivén de la desesperanza,
dibujaste
el amor desnudo
ante
miles de miradas prejuiciosas.
Hombre
astral.
La
amargura reposa en tus cadenas,
el
odio hacia ti mismo
es
la pólvora de la autodestrucción,
el
miedo hacia alguien como tú
justifica
la agresiva autodefensa,
el
temor al desprendimiento material
somete
al mundo a un futuro
de
sangre y flores rotas.
Hombre
cósmico.
Metamorfosis
hacia ti mismo,
la
vida es la muerte,
la
cárcel es la libertad,
la
irrealidad se vuelve realidad,
la
ilusión abandona el reflejo
en
el espejo del observador,
el
observador se abandona a si mismo.
Todo
movimiento es mental,
la
concepción de la humanidad
es
una jaula con limitaciones,
el
hombre avanza por caminos
con
un bien limitado destino,
un
trampa mortal para el ser,
el
conocimiento de si mismo
conlleva
un sin fin de paradigmas,
vida
y muerte,
amor
y odio,
un
tétrico espejo es el que compara.
Toda
mente es universal,
toda
mente es materia,
el
hombre reposa su alma descalza
sobre
una húmeda bóveda ensangrentada,
el
amor se encierra en su pecho
intentando
manifestarse en palabras burdas,
el
hombre mira a través de un cristal
que
siempre emite un falso reflejo.
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